Casi 400 personas han llegado a Canarias en 13 pateras desde que en España se declaró el estado de alarma para contener la propagación del coronavirus, con lo que el flujo de inmigrantes por mar hacia las islas vuelve a sus ritmos más altos tras una quincena completamente detenido.

Desde el 5 marzo, cuando se rescató a un cayuco con 48 personas al sur de Gran Canaria, hasta el día 20, cuando se socorrió a otro con 45 ocupantes en la misma isla, no llegó ni una sola patera a Canarias, pese a que el promedio con el que había comenzado el año era de doce embarcaciones y 325-350 inmigrantes por quincena. En la última semana de febrero y la primera de marzo se produjeron dos fenómenos que parecieron frenar temporalmente la salida de pateras, que tardan de cuatro a cinco días en llegar a Canarias desde su punto de partida más frecuente, Dajla, en el Sahara.

Primero, hubo un temporal de calima y siroco sin precedentes en Canarias en casi 40 años que hizo inviable la navegación para ese tipo de barquillas (en las islas, por ejemplo, el tráfico aéreo se suspendió por completo durante dos días) y, luego, Marruecos adoptó sus primeras medidas de confinamiento por la epidemia de coronavirus y puso a todas sus fuerzas de seguridad a patrullar las calles para vigilar que su población permanecía en sus viviendas. En total, desde que España está en estado de alarma han llegado a Gran Canaria, Tenerife y Fuerteventura 13 barquillas con 392 personas, y 1.622 desde el 1 de enero.