La Fiscalía General del Estado ha advertido del uso de chats por parte de los padres en los que «se falta el respeto al profesorado, a compañeros y a la comunidad educativa». En este sentido, el Ministerio Público incide en la importancia de la prevención y la educación en el uso de las nuevas tecnologías, que «no debe restringirse a los menores, sino también a los padres». En cuanto acoso escolar, la Fiscalía ha detectado un descenso de las denuncias tras los incrementos registrados en 2015 y 2016, aunque admite que, «a menudo, los actos de acoso tienen lugar como consecuencia de un mal uso de las TIC».

Concretamente, hace mención al caso de la red social Instagram, «el medio que más gusta a los jóvenes que se siente más integrados cuántos más seguidores y likes alcanzan». En este sentido, el departamento que dirige María José Segarra, ha alertado del riesgo de una «desviada utilización» de la citada red que «lleva a alterar perfiles, subir fotos y videos no consentidos, enviar mensajes de contenido sexual y degradante». En este sentido, ha precisado que en algunos casos estas conductas las cometen «menores de catorce años cuyos padres no tienen ningún control sobre los dispositivos electrónicos de sus hijos» y refiere que, en casos de acoso escolar, «se ha tenido noticia de chats de padres donde se falta al respeto al profesorado, a compañeros y a la comunidad educativa». En casos en los que se ha descubierto un mal uso de las nuevas tecnologías por parte de menores la Fiscalía ha solicitado medidas de libertad vigilada, que incluían reglas dirigidas al control el buen uso de las Tecnologías de la Información y el Conocimiento (TIC). Aparte de esas conductas, se han empezado a detectar más casos de menores implicados en distintas modalidades de estafas cometidas por Internet, sobre todo compras fraudulentas.