El Juzgado de lo Penal número 9 de Málaga será el encargado de enjuiciar el caso Julen -el niño que murió al caer a un pozo en Totalán (Málaga)-, y por el que se sentará en el banquillo de los acusados el dueño de la finca, David Serrano, acusado de homicidio por imprudencia grave, según aseguraron a Efe fuentes judiciales. El fiscal ha solicitado que el acusado sea condenado a tres años de prisión, mientras que los padres de Julen elevan su petición a tres años y seis meses de prisión al apuntar a una negligencia «extremadamente grave».

La defensa ha pedido la libre absolución ya que considera que, a su juicio, no existe delito ni imputabilidad y mantiene que era imposible haber previsto el riesgo de que Julen se desplazara por un agujero tan pequeño y que tampoco hubo negligencia.