El lenguaje importa. Los matices de las palabras, por pequeños que sean, cambian significados enteros y las realidades existen en la medida en que podemos empalabrarlas. La irrupción del partido de ultraderecha Vox en el tablero de juego político amenaza, entre otras muchas cosas, con abrir una pugna por el cambio en el lenguaje. El líder de Vox, Santiago Abascal, no habla de violencia machista, sino de "violencia intrafamiliar". Tampoco habla de feminismo, sino de "ideología de género".

"La violencia intrafamiliar es lo mismo que la violencia doméstica. Es la que se produce dentro del hogar y puede ser, por ejemplo, de hijos a padres. La violencia machista o de género, por el contrario, es la que sufrimos las mujeres por el mero hecho de ser mujeres", sostiene Yolanda Besteiro, presidenta de la Federación de Mujeres Progresistas, que acusa al partido ultraderechista de intentar "generar confusión" e introducir "discursos falsos". "Violencia machista y violencia intrafamiliar no son sinónimos", sostiene tajante.

Con la misma contundencia critica Besteiro que se utilice el término 'ideología de género' en vez de 'feminismo'. "Lo que buscan, cuando dicen 'ideología de género', es confundir el feminismo con el hembrismo. El feminismo busca los mismos derechos de los hombres para las mujeres. La ideología de género no existe. Sí existe la ideología patriarcal, que se fundamenta en una posición de dominio de los hombres sobre las mujeres", dice la presidenta de la Federación de Mujeres Progresistas.

CARÁCTER ESTRUCTURAL

En palabras de la psicóloga social Gemma Altell, lo que hace Vox a través del lenguaje es un "negacionismo" de la violencia hacia las mujeres. "Con estos términos niegan el carácter estructural de esta violencia. Cuando hablan de violencia intrafamiliar la reducen al ámbito familiar", denuncia Altell. Para ella, además, hablar de ideología de género es sencillamente "perverso".

"Poner de manifiesto las desigualdades sociales, como hace el feminismo, no responde a una ideología interesada. Cuando dicen que el feminismo es una ideología, tratan de restarle objetividad y veracidad". Esta socióloga considera que el feminismo se ha prestigiado en los últimos años ya que, si bien antes se entendía como lo opuesto al machismo, recientemente ha ganado un "prestigio lingüístico" que lleva a que más mujeres se sientan identificadas con él, como movimiento que lucha por la igualdad de derechos entre ambos sexos.

La violencia estructural contra las mujeres existe, y lo reflejan los datos. Según el informe 'Agresores sexuales con víctima desconocidad', publicada por el Ministerio de Interior el pasado diciembre, el principal perfil del agresor es el de un varón joven de entre 18 y 35 años con nacionalidad española. El principal perfil de la víctima es de una mujer joven de entre 18 y 35 años con nacionalidad española. Además, el 'Informe sobre el homicidio en España 2010-2012', desvela que la mitad de las mujeres asesinadas en España lo son por sus parejas o exparejas. El 91% de los autores de homicidos de mujeres en España son hombres y solo un 9%, mujeres.