El ciclón Fani causó de madrugada daños materiales a su paso por el estado oriental indio de Bengala y ayer llegó a Bangladesh tras debilitarse a una «depresión severa», mientras las autoridades de ambos países han contabilizado catorce muertos por sus efectos.

Fani tocó tierra a primera hora del viernes en la región india de Odisha con vientos de hasta 205 kilómetros por hora y en forma de ciclón «extremadamente severo», causando al menos siete muertos en el estado, informó ayer una fuente de la sala de control de la Fuerza Nacional de Respuesta a Desastres (NDRF).

Tras dejar las líneas eléctricas y de telecomunicaciones caídas, vuelos y trenes cancelados e importantes daños materiales, «Fani se alejó a última hora de ayer y ahora las tareas de rescate están en marcha», precisó la fuente, que agregó que los más de un millón de evacuados están regresando «poco a poco» a sus casas.

Desde Odisha se trasladó esta madrugada como «ciclón» a la vecina Bengala, donde tuvo un impacto «muy leve» y solo causó daños a algunas líneas eléctricas y viviendas, sin que se produjeran víctimas, confirmó a Efe el secretario Bengala, Malay Kumar De.