Los padres y el hermano del profesor Abel Martínez Oliva, que murió en abril de 2015 en el instituto Joan Fuster de Barcelona a manos de un alumno que le disparó con una ballesta, reclaman un millón de euros al Consorci d’Educació de Barcelona en concepto de indemnización.

Los familiares reclaman esta cantidad porque, a su juicio, hubo errores de seguridad y consideran que las medidas de control fallaron el día de la muerte del docente, el 20 de abril de 2015.

UN PUÑAL Y UNA BALLESTA

Los hechos ocurrieron cuando un alumno de segundo de ESO irrumpió en su instituto de Barcelona armado con un puñal y una ballesta, con la que disparó mortalmente a un profesor y provocó heridas a otras cuatro personas que estaban en el centro educativo Joan Fuster, situado en el barrio de La Sagrera.

Según ha informado a EFE el abogado de la familia, José Antonio Calles, esta misma semana han presentado una demanda en el juzgado de lo contencioso-administrativo después de que el consorcio, formado por la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona, no haya contestado a la reclamación de responsabilidad patrimonial que presentaron vía administrativa.