Patricia Ramírez, madre de Gabriel Cruz, el niño de 8 años desaparecido el martes en Níjar (Almería), declaró ayer que su hijo «no se ha podido perder, no ha podido ir a la montaña, no es miedoso pero es prudente», por lo que considera que se trata de algo forzoso. «Estamos preocupados, no sabemos nada desde ayer (por el miércoles). Es pequeño, tiene 8 años, estamos desconcertados y agradecidos con toda la gente que ha venido y esperamos que siga viniendo hasta que aparezca, porque tiene que aparecer», señaló Ramírez a los periodistas. La mujer descartó que su hijo haya podido perderse porque «conoce la zona perfectamente, desde pequeño». Recordó que esa misma mañana del suceso hizo el mismo recorrido, de unos cien metros, para visitar la casa de los primos a la que iba cuando se perdió su rastro.

La madre se dirigió a quien haya podido llevarse al niño para decirle que no habrá «represalias» por parte de la familia, por lo que lo único que tiene que hacer es «montarlo en un coche y dejarlo en un centro comercial, en la vía pública, donde puedan».

La madre del pequeño agradeció todas las llamadas, pero pidió que se «libere el teléfono» de no tener información esencial para el caso, porque «lo único que pueden hacer es entorpecer la investigación». Patricia Ramírez cree que su hijo está vivo: «Tengo que pensar que sí. Sí, porque cualquiera que vea a mi hijo como es, es muy especial, a Gabriel es imposible hacerle daño» declaró.

Ángel Cruz, padre del menor, remitió un comunicado en el que agradeció las muestras de apoyo de la sociedad, así como el trabajo que los voluntarios y los cuerpos de seguridad del Estado están llevando a cabo para poder encontrar a su hijo. Recordó que hay 10.000 euros de recompensa, tal y como el miércoles anunció en el programa «Desaparecidos» de TVE, por ofrecer alguna información que ayude a dar con el paradero del menor, un importe que aporta un grupo de familiares y amigos del padre de Gabriel. Un familiar de los padres señaló que sobre las tres y veinte de la tarde del martes vio una furgoneta de color blanco que le pareció «rara» en las inmediaciones del camino que usó el niño y otra vecina, Consuelo, apunta que a esa hora escuchó un «portazo» en la zona.

La Guardia Civil continuaba ayer por segundo día al frente del amplio dispositivo de búsqueda que intenta localizar al niño del que no hay de momento ningún rastro. Más de 200 personas participan en el dicho operativo para tratar de encontrarlo.