La familia de Dimitrios Pagourtzis, autor material de la matanza escolar que provocó la muerte de diez personas en Texas, se declaró ayer «aturdida y confundida» ante unos hechos que «parecen incompatibles» con el niño al que conocían. En un comunicado, publicado en el Houston Chronicle, los padres del joven indicaron que entienden «el hambre» de la sociedad por conocer las motivaciones que llevaron a su hijo de 17 años a sembrar el caos en su escuela de Santa Fe, pero que prefieren esperar a que finalice la investigación policial para ello. Una de las cuestiones de mayor relevancia en esa investigación es el modo en el que Pagourtzis robó una escopeta y un revólver del calibre 38 del arsenal que el padre del menor guardaba en el domicilio familiar. Además, quisieron agradecer a sus compañeros las palabras que describen al asesino como un chico «inteligente, tranquilo y dulce». «Extendemos nuestras más sinceras oraciones y condolencias a todas las víctimas. También deseamos agradecer a todos los que intervinieron para mostrar su ayuda y apoyo», escribieron. La familia aseguró que seguirá colaborando con las autoridades.