La crisis de los bebés nacidos por maternidad subrogada en Ucrania se ha cerrado, al menos de momento, de la manera menos favorable para las familias que acuden a ese país a satisfacer su deseo de ser padres, dado que en España es ilegal pagar a una mujer para que geste a un niño. La embajada de España en Kiev avisó ayer, a través de una nota, de que «la sección consular» no inscribirá a los nuevos nacidos por esta técnica, si bien los casos «serán analizados de forma individualizada».

Exteriores sí que dará, por contra, solución a las 39 familias cuyos hijos ya han nacido y esperan, desde hace días, a inscribirlos. Según un portavoz de este ministerio, en aras a los principios de seguridad jurídica y del interés superior del menor, se completarán los procesos ya iniciados, con el envío de un funcionario diplomático que reforzará la atención consular y la tramitación de los salvoconductos necesarios.

Pero en el futuro no se filiará a niños en la embajada, sino que se están realizando gestiones con las autoridades ucranianas para que faciliten un documento de viaje a los menores o un pasaporte ucraniano que les permita desplazarse con sus padres a España. Una vez aquí, su filiación corresponde al Registro Civil, que depende del Ministerio de Justicia, en estos momentos capitaneado por Dolores Delgado, que fue quien dejó sin efecto, en función de la firme oposición del Gobierno a la gestación subrogada, una instrucción que durante unas horas, desde el pasado viernes hasta el sábado, permitía la filiación mediante una prueba de ADN paterna. Patricia Martín