La tercera expedición científica al pecio Nuestra Señora de las Mercedes, organizada por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, zarpa este fin de semana desde Cádiz para iluminar una zona de levante del buque, aún no explorada, en la que se sospecha que está gran parte del cargamento.

El director del Museo Nacional de Arqueología Subacuática y director del proyecto de expedición, Iván Negueruela, explicó ayer los detalles en una rueda de prensa en el buque oceanográfico Sarmiento de Gamboa, perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que participa por primera vez en esta actividad.

La expedición durará diez días y está organizada por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, que contará con la colaboración del Ministerio de Economía, Industria y Competitividad (Mineico) y del CSIC.

Uno de los objetivos es seguir conociendo el estado de conservación de La Mercedes y su evolución bajo el mar desde que España ganara el caso judicial por el expolio perpetrado por la empresa Odyssey.

El pecio, que se encuentra en el Golfo de Cádiz y a más de 1.100 metros de profundidad, se hundió tras un ataque «de piratería de la Armada británica», como ha señalado Negueruela, quien ha añadido que el material inorgánico que portaba la nave está posiblemente «destrozado».

Asimismo, Negueruela ha señalado que lo que se está explorando es «una fragata dinamitada, no un galeón hundido en posición de navegación».

BAJO LA ARENA / Otro de los objetivos principales es investigar la zona de levante del buque, en la que no se sabe si no hay nada o es que el cargamento que hay está enterrado bajo la arena.

Entre los equipos de vanguardia que se emplearán en esta campaña figura un vehículo de operaciones remotas preparado para recoger muestras de plancton a unos 2.000 metros de profundidad y modificado para poder recoger elementos de más peso y con mayor sensibilidad.

La fragata Nuestra Señora de las Mercedes fue hundida por una escuadra inglesa el 5 de octubre de 1804 cuando volvía a Cádiz desde América cargada con más de 500.000 monedas de plata y oro, un cargamento que fue expoliado en 2007 por la empresa cazatesoros Odyssey. España inició entonces una batalla legal que ganó y con la que recuperó ese cargamento e inició hace dos años excavaciones subacuáticas anuales al pecio.