Unas 5.000 personas exigieron ayer tarde en Zaldibar (Vizcaya) que se asuman responsabilidades tras el derrumbe hace nueve días del vertedero de la localidad y que se encuentre a los dos trabajadores sepultados por el desprendimiento de la escombrera, que ha provocado la suspensión del partido entre el Eibar y la Real Sociedad previsto para mañana.

La suspensión del encuentro se decidió ayer, después de que ayer el Gobierno vasco recomendara a los vecinos de Zaldibar, Eibar y Ermua cerrar las ventanas y no practicar deporte al aire libre por la presencia de dioxinas y furanos en el aire.

Mientras se desarrollan las labores para buscar a los operarios desaparecidos y combatir los incendios provocados por la combustión de metano entre los residuos, unas 5.000 personas salieron a la calle para denunciar lo ocurrido y protestar por la gestión de la crisis.

La manifestación partió en varias columnas de los municipios guipuzcoanos de Elgeta y Eibar y el vizcaíno de Ermua para acudir al barrio de Eitzaga de Zaldibar, donde se ubica el vertedero siniestrado.

Los manifestantes exigieron conocer «la verdad» sobre el suceso y profirieron gritos que pedían la dimisión del lehendakari, Iñigo Urkullu, y del consejero de Medio Ambiente, Iñaki Arriola,

Uno de los lemas más conmovedores fue el que abrió la columna de Eibar y que, portado entre otros por Agurtzane, hermana de Alberto Sololuze, uno de los trabajadores desaparecidos, llevaba la leyenda en euskera «Habéis convertido el dolor en rabia. Queremos a nuestros familiares con nosotros».

Entre los manifestantes, los testimonios de temor y desconciertos era comunes: «En casa tenemos todo cerrado. Vivo a 300 metros del vertedero y se pasa mal. Pican los ojos y se tapona la nariz», dijo a Efe Plácido Diéguez, jubilado de Ermua y uno de los participantes en la manifestación.

Ayer se volvió a reunir en el Ayuntamiento de Zaldibar la comisión técnica de coordinación del desprendimiento del vertedero, que informó de que las máquinas llegaron el sábado a la zona de incendios de la escombrera para empezar a echar tierra y apagarlos.

Al inicio de la reunión asistió, durante media hora, el lehendakari Urkullu para transmitirles su apoyo. Según la viceconsejera de Medio Ambiente, Elena Moreno, esperan que la extinción se produzca en próximos días.