La Comisión Europea ha admitido la «enorme» presión migratoria a la que está sometida España y ha abierto la puerta a brindarle más ayuda financiera y operativa para controlarla, al tiempo que ha pedido reforzar la cooperación con Marruecos.

«España está sometida a una enorme presión», admitió el comisario de Inmigración e Interior, Dimitris Avramopoulos, en rueda de prensa para hacer balance de gestión comunitaria de la crisis migratoria.

«Ya hemos dado casi 36 millones de euros de asistencia de emergencia el año pasado y estamos listos para dar a España el apoyo técnico, financiero y político que necesite», aseguró el griego. «España está bajo presión y seguirá teniendo nuestro pleno apoyo», incidió. Avramopoulos reconoció el desvío del flujo hacia España a través de Marruecos tras la caída de las llegadas desde Libia a Italia por la «mejor» gestión de la ruta del Mediterráneo Central y subrayó la necesidad de «reforzar» la cooperación con Marruecos, admitiendo la necesidad de «completar» el desembolso del paquete de 140 millones de euros de ayuda europea anunciada a final de año para «mejorar las capacidades de gestión de fronteras» de Marruecos.

«Esperamos desarrollar una relación más estrecha, profunda y ambiciosa con Marruecos», aseguró, tras «elogiar» las acciones de Rabat para «impedir un gran número de salidas de irregulares» y garantizarle el «apoyo» europeo. Así, 100 de los 140 millones ya han sido contratados y se han desembolsado 45,6 millones, según informaron a Europa Press fuentes del Ejecutivo comunitario, que han dejado claro que la ayuda europea está sujeta a «condiciones» en materia de respeto de los Derechos Humanos y los estándares internacionales. «No damos dinero sin condiciones sobre Derechos Humanos», aseguraron. El comisario insistió en que la cooperación con Marruecos para controlar el flujo migratorio es «de gran importancia», aunque también subrayó la importancia de cooperar con otros países del Sahel y el Norte de África.

«Y aquí España está jugando un papel muy importante», dijo, Avramopoulos.