Es el proyecto estrella del conservacionismo europeo, reconocido con múltiples premios y emblema del medio ambiente en Andalucía. Pero en la cumbre de su éxito, los planes de recuperación del lince ibérico se han encontrado con un pequeño freno: por primera vez en 17 años la Unión Europea no ha validado la cuarta fase del proyecto Life Iberlince para la conservación y propagación del felino.

Las administraciones implicadas en el proyecto, desde Andalucía, Extremadura, Murcia y Castilla la Mancha a las estatales de España y Portugal, han garantizado que mantendrán los fondos propios -de menor cuantía— para el plan en este 2019, y preparan ya el dossier para la convocatoria de fondos del próximo ejercicio con la esperanza de que este año en blanco no paralice la inercia de un proyecto que ha logrado superar el “peligro crítico de extinción” de una especie que aspira a ser “vulnerable” o “casi amenazada” en pocos años.