Hace 20 días que la Comisión Europea propuso elevar la ambición climática de la Unión Europea y recortar un 55% las emisiones de CO2 respecto a los niveles de 1990- para el año 2030 porque solo así, sostienen, será posible lograr que el continente europeo sea climáticamente neutral en 2050. El Parlamento Europeo apuesta, sin embargo, por ir todavía más lejos y reclama a los gobiernos un aumento de ese recorte de emisiones contaminantes hasta el 60%, veinte puntos por encima del objetivo en vigor que sitúa la reducción en un insuficiente 40%.

El pleno del Parlamento Europeo ha adoptado la ambiciosa postura con 352 votos a favor, 326 en contra y 18 abstenciones. Un resultado ajustado que ha sido posible gracias al apoyo de una veintena de eurodiputados no inscritos entre ellos Carles Puigdemont, Toni Comín y Clara Ponsatí- así como 16 eurodiputados del Partido Popular Europeo -incluidos cinco polacos, dos checos y dos eslovacos- que han votado a favor de elevar el recorte junto a socialistas, liberales, verdes e izquierda europea. Estos dos últimos grupos habían reclamado un incremento del 65% y 70% respectivamente.

Han votado en contra, mientras tanto, el grueso del PPE, los Conservadores y Reformistas Europeos en cuyas filas se sienta Vox, algunos liberales así como la extrema derecha incluida en Identidad y Democracia. A la espera de la votación del informe, la ponente del mismo, la sueca Jytte Guteland, ha calificado el resultado como una importante victoria para el clima y para nuestro futuro.

NEGOCIACIONES INTERINSTITUCIONALES

Una vez concluido el trámite parlamentario el nuevo objetivo formará parte de la postura que defenderán los representantes de la Eurocámara en las negociaciones interinstitucionales con el Consejo y que podrán arrancar tan pronto como los Veintisiete fijen también su posición. Esperamos que todos los Estados miembros conviertan en ley los objetivos vinculantes de neutralidad climática, ha advertido Guteland sobre el objetivo de las negociaciones que todavía tienen por delante.

Para el PPE, en cambio, esta nueva fase negociadora será la ocasión de revertir el ambicioso objetivo y rebajarlo al 55% propuesto por la Comisión Europea. Nadie ha explicado cómo se puede lograr el 60% y los que lo han propuesto, como el presidente de la comisión de medio ambiente en el Parlamento Europeo, Pascal Canfin, han admitido abiertamente que se debe principalmente arazones tácticas, ha criticado el portavoz de los democristianos en la comisión de medio ambiente, Peter Liese, que dice que deberían votar sobre un objetivo realista y que la propuesta del 55% es algo muy ambicioso para cualquier economía importante.

Requerirá enormes cambios no solo de la industria sino también de cada ciudadano individual. Tenemos que cambiar cómo viajamos, cómo calentamos nuestras casas y, personalmente, estoy convencido de que también debemos cambiar la forma en que comemos. Ir al 60% definitivamente sería una carga demasiado alta, ha avisado confiado en que los Gobiernos europeos pondrán freno al ambicioso objetivo y recuperarán la propuesta del 55% propuesta por el Ejecutivo comunitario.