La exclusión social favorece el surgimiento de radicalizaciones violentas en jóvenes, según un estudio pionero hecho con técnicas de neuroimagen por investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y del Instituto de Investigación del Hospital del Mar (IMIM). La investigación ha explorado las interrelaciones neurales y de conducta entre los valores sagrados-aquellos a los que no se renuncia bajo ninguna condición-, el extremismo violento y la exclusión social, en una muestra de jóvenes marroquíes escolarizados en Barcelona.

El trabajo, que publica la revista Frontiers of Psychology, ha estudiado la actividad cerebral asociada a la voluntad de luchar y morir en defensa de valores sagrados, así como los efectos de la exclusión social sobre esta actividad, en una región del cerebro previamente relacionada con estos valores y el procesamiento de reglas, denominada giro frontal inferior izquierdo. El trabajo ha confirmado mediante neuroimagen la relación entre una mayor actividad de esta zona del cerebro con la voluntad de luchar y morir por valores sagrados, ha explicado el coordinador del trabajo, Óscar Vilarroya. El estudio también muestra cómo la exclusión social, inducida a través de un juego interactivo, tiene efectos apreciables tanto a nivel neuronal como conductual. «Esto lleva a pensar que la exclusión social puede tener un efecto sacralizador sobre estos valores comunitarios, haciéndolos más similares a los sagrados, tanto a nivel de actividad cerebral como a nivel de la disposición de luchar y morir para defenderlos», ha indicado la investigadora de la UAB y primera autora del artículo, Clara Pretus. Este trabajo es el primero en encontrar esta actividad en un grupo de jóvenes vulnerables a la radicalización y también el primero en demostrar los efectos de la exclusión social. «El estudio se ha hecho en un grupo de jóvenes marroquíes, pero los resultados pueden ser extrapolables a cualquier otro grupo de jóvenes vulnerables», según dice Vilarroya.