La dificultad de obtener nuevos (minar) bitcoines, por el precio de la electricidad, el coste del equipo y el tiempo requerido, ha llevado a los interesados en las criptomonedas a buscar sistemas alternativos para conseguirlos. Y a los delincuentes, a aprovecharse del interés por ello. También a los piratas informáticos, que ya han convertido las carteras de criptomonedas (los llamados monederos) de ordenadores ajenos en sus nuevos objetivos.

La forma más sencilla actualmente para invertir en bitcóin es comprar uno (o parte), pero hay quien no se queda ahí. En los foros abundan las ofertas de sociedades que ofrecen invertir (léase especular) con la criptomoneda con la promesa de rendimientos periódicos, y las de empresas que ofrecen utilizar ordenadores en otros países (como China o Islandia) para intentar minar sus propias monedas, o que ofrecen paquetes de inversión basados en el minado con ganancias muy por encima de otros productos. Ambas están bajo las sospechas de los bitcoiners más veteranos.

La multinacional Kodak anunció en la feria CES de Las Vegas que prestaba su nombre para un servicio de alquiler de ordenadores dedicados a minar bitcoines, Kashminer, que reparte los beneficios al 50% con la compañía. Por 3.400 dólares, el cliente recibiría unos 9.000 euros en dos años. Algunos expertos ya han puesto en duda esas cifras y cuestionan la fiabilidad y la seguridad de la operación ante la extrema fluctuación que sufre el bitcóin.

Los veteranos de la comunidad del bitcóin se escandalizan ante casos de tanto beneficio, de falso minado o de ventas a futuro de la criptomoneda, y temen que la mala fama pueda empañar la buena salud y reputación de las criptomonedas, que suscitan mucho interés en Meetup. Solo en Barcelona hay una treintena de comunidades en esta plataforma, de las que una docena pasan de los 300 miembros.

«Hay propuestas que parecen chiringuitos financieros. Y cada vez hay más. Hay que estar muy atento, porque pueden ser estafas piramidales encubiertas que empiezan pagando hasta que colapsan», afirma Carlos B. Steinblock, de la consultora BTC Guardian.

También muchas de las supuestamente bienintencionadas recomendaciones que se encuentran en los foros de bitcoines son enlaces que dan una comisión a quien las pone. En muchos foros están prohibidos y sus administradores no paran de advertir contra ellos.

Ya hay incluso demandas judiciales, como la que lleva el abogado David Maeztu contra un empresario de Gerona que gestiona cajeros de bitcóin en varias localidades y que agrupa a cinco afectados que invirtieron en una gestora de fondos en criptomonedas que prometía beneficios semanales. Para la empresa, que defiende su liquidez, los demandantes no entendieron en qué invertían y ahora reclaman «cantidades usureras y astronómicas». El tema está en investigación.