Redoine Faïd, un conocido delincuente reincidente al que algunos medios han llegado a calificar como el «enemigo público número uno» de Francia, protagonizó este domingo una espectacular fuga en helicóptero desde la prisión de Réau, al sur de París. La emisora France Info detalló que tres individuos con armas de guerra lo sacaron del centro penitenciario tras reventar una puerta con explosivos y lo llevaron hasta el helicóptero posado en sus cercanías, en una operación en la que no hubo heridos ni rehenes. El helicóptero aterrizó en el patio de honor, el único sitio de la cárcel que no estaba cubierto, y por el que los detenidos pasan solamente cuando entran o salen de prisión. Tras la huida, dejaron escapar al piloto, que está en estado de shock. El aparato fue hallado incendiado entre los aeropuertos parisinos de Le Bourget y de Charles de Gaulle, y sus ocupantes, según la fuente, continuaron la fuga en coche.

CONDENA / Faïd había sido condenado hace menos de tres meses a 25 años de cárcel como organizador de un atraco a un furgón blindado que provocó la muerte de una policía en 2010 en Val-de-Marne, en las afueras de la capital francesa. En el 2017, había sido sentenciado a 10 años por haberse escapado de la cárcel el 13 de abril del 2013. En esa ocasión, utilizó explosivos y retuvo a funcionarios.

Esa fuga llevó a que Francia -además de movilizar a sus fuerzas del orden- lanzara una orden internacional de busca y captura ante la sospecha de que había huido a algún país vecino, pero el preso fue capturado seis semanas después, de madrugada, en un hotel de la región de París. El secretario del sindicato policial Alliance Police, Loïc Travers, indicó ayer en la cadena BFMTV que se ha abierto una investigación sobre lo sucedido y alertó de la peligrosidad del hombre, dado que está armado.

La Policía detuvo también ayer al hermano de Rédoine Faïd, que se encontraba en la sala de visitas con él antes de que este se fugara de la prisión en helicóptero. Brahim Faïd estaba siendo interrogado por la Policía Judicial de Versalles, en las afueras de París. Los agentes seguían buscando al fugado tanto en la zona parisina como en los países vecinos.