La joven hispano-argentina María Jimena Rico, retenida los últimos días en Estambul junto a su pareja, la egipcia Shaza Ismail, dijo ayer que ambas están «bastante cansadas, pero deseando llegar a Málaga», hacia donde viajan. Así lo aseguró Rico en declaraciones a Antena 3 TV, horas después de que llegaran al aeropuerto de El Prat-Barcelona en buen estado de salud tras ser deportadas. La joven, de 28 años y cuya familia reside en Torrox (Málaga), hacia donde se dirigen, explicó que está cansada «psicológicamente y físicamente»; que se encuentra «bastante aturdida, pero bien».

Al parecer, el padre de Shaza las denunció ante las autoridades de Emiratos Árabes Unidos, donde viven, por su relación homosexual e intentó retenerla para que no viajara.