El debate sobre si la palabra para denominar el idioma que hablan actualmente más de 450 millones de personas es ‘español’ o ‘castellano’ fue uno de los que centraron la última jornada del Congreso de la Lengua Española que acabó este fin de semana en la ciudad argentina de Córdoba. La polémica surgió en la mesa redonda ‘Corrección política y lengua’ que coordinó el periodista y escritor Álex Grijelmo y en la que participaron el académico de la RAE Pedro Álvarez de Miranda, el escritor mexicano Jorge Volpi, la lingüista argentina Ivonne Bordelois y el poeta y traductor argentino Jorge Fondebrider.

Fondebrider abrió el fuego preguntando por qué se llama ‘español’ en vez de ‘castellano’, y sostuvo que al denominarlo así se dejan fuera otras lenguas. "Es el problema de la política que se filtra en el campo de la lengua", recalcó. "Yo no hablo español sino una variante del castellano, el rioplatense", señaló. Pero hay "intereses en juego", continuó el traductor, que criticó también que el español esté adscrito a la marca España y "que se disimule ahora con lo de España global". También cargó contra la práctica del diccionario de la lengua de calificar muchos términos de "americanismos", y en cambio no se especifiquen los "españolismos". "Muchas de las palabras del diccionario indican argentinismos, pero nunca españolismos, como si lo que se hablara fuera de España estuviera fuera de la norma".

"SE ESTÁ TRABAJANDO EN ELLO"

Álvarez de Miranda calificó de "virulenta" la intervención de Fondebrider y defendió el uso "alternativo" de ‘español’ y ‘castellano’, recordando que, a diferencia de la denominación de 'toscano' para el italiano, la acepción de 'castellano' ha perdurado en el tiempo. El académico matizó que en el diccionario "sí existe la marca para españolismos", pero dijo que son "menos de lo que deberían" y que "se está trabajando en ello". Para Muñoz Machado "es natural que haya más americanismos", porque el diccionario se hizo durante mucho tiempo en España, y recordó que desde hace 15 años "la política es adaptarlo" en colaboración con el resto de academias.

El director de la Real Academia Española, Santiago Muñoz Machado, respondió a Fondebrider diciendo que "quienes apuntan a que llamar al idioma español es imperialista están equivocados". "Hay voces discrepantes sobre la denominación de nuestro idioma común, si español o castellano -señaló-, y desde España vemos esto con bastante poca preocupación, porque ahí estamos acostumbrados a ambas denominaciones. Quizá los que se quejan aquí de la idea de que se llame español y no castellano lo hacen por razones del supuesto imperialismo y prefieren que una pequeña región como Castilla sea la imperialista y no España como conjunto", ironizó.