Alemania fue el único gran país europeo que salió relativamente indemne de la primera ola de la pandemia. Por esta razón ha sorprendido que cuando otros países como España encaran una tímida relajación de las restricciones, el motor industrial de Europa vuelva a la casilla de un confinamiento estricto similar al de la pasada primavera, como mínimo hasta el 10 de enero.

[Sigue aquí en directo las últimas noticias sobre el coronavirus en Córdoba]

No debería sorprender. Hay varios factores que explican la diferencia aunque si hubiera que resumirlo en uno sería el siguiente: la canciller Ángela Merkel y las instituciones científicas que la asesoran son claramente partidarias de avanzarse al virus con restricciones duras para atajarlo antes de que se descontrole por completo y sea mucho más difícil volver a contenerlo.

100 casos de diferencia

La situación de Alemania es ahora algo peor pero no mucho más mala que la de España. La incidencia acumulada a 14 días de nuestro país es de 218 casos por 100.000 habitantes, mientras que en Alemania es de 318, según las estadísticas del Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC), que son las permiten hacer comparaciones entre los diversos estados.

Aunque parezca mucha distancia, no es tanta. España ocupa ahora la plaza 27 entre los países europeos con peores cifras, mientras que Alemania ocupa la 23, sólo cuatro puestos más arriba. El aumento de movilidad por el pasado puente más la relajación de las restricciones prevista en las Navidades podría situarnos en pocos días otra vez por encima de los 300. Ya lo estuvo España entre el 22 de septiembre y el 2 de diciembre. Más de dos meses, durante los cuáles algunas comunidades autónomas pidieron sin éxito un confinamiento como el aplicado ahora por Alemania. Aunque la incidencia media llegó a la cota de 600 el Gobierno se negó. Merkel ha llegado incluso a suspender las clases, alargando las vacaciones navideñas, y ha cerrado todo el comercio no esencial.

Sólo Irlanda

Ningún otro de los grandes países de Europa ha tomado una medida tan drástica con el nivel de contagios que registra Alemania. Solo Irlanda, de más reducidas dimensiones y la ventaja del efecto isla, cerró todo con 250 casos el pasado 21 de octubre. Ahora, con 80 casos, es el país europeo con mejor situación, a excepción de Islandia.

Alemania ya sorprendió a Europa cuando con una incidencia de 205 casos, incluso menor a la que ahora registra España, cerró bares, gimnasios y espectáculos. Dos semanas después, el 16 de noviembre, al ver que la medida no daba frutos y los casos subían de 300, Merkel intentó implantar medidas más drásticas pero chocó con los länder, partidarios de no aumentar la presión sobre la economía.

Un mes ha estado los teutones surfeando alrededor de los 300 casos hasta que la canciller ha puesto sobre la mesa el argumento de la intolerable cifra de casi 600 muertes registrada el pasado jueves, una cifra muy inferior a los 537 fallecidos del pico de la segunda ola en España si se tiene en cuenta que los alemanes tienen casi el doble de población. Nuestro país lleva casi 20.000 fallecidos en la segunda ola por 13.000 de Alemania. Hagan cuentas.