Las regiones mediterráneas y más concretamente la península Ibérica son las áreas más vulnerables al cambio climático en todo el continente europeo, pues no sólo se enfrentan al previsible aumento de la temperatura, sino también a una reducción de los recursos hídricos que podría tener grandes impactos sobre la agricultura, el turismo y los incendios forestales, entre otros aspectos.

Sólo las regiones de montaña, que podrían sufrir una pérdida considerable de nieve, se enfrentan a una amenaza comparable a la que se enfrentan estas regiones mediterráneas. Esto es al menos lo que afirma un estudio internacional coordinado por el Instituto de Investigación del Impacto Climático de Postdam (Alemania) que hoy se publica en la revista Science .

En el estudio también han participado investigadores de otros 16 centros europeos, entre los que destacan el Museo Nacional de Ciencias Nacionales, en Madrid (MNCN-CSIC), y el Centro de Recerca Ecológica y Aplicaciones Forestales, en Bellaterra (CREAF-UAB).

VARIABLES El estudio, que ha tenido en cuenta diversas variables de aumento de la temperatura (entre 2,1 y 4,4 grados), población, consumo y usos de el suelo, calcula que España y Portugal podrían sufrir una reducción de las precipitaciones estivales de aquí al 2080 que rondaría, dependiendo del nivel de emisiones de CO2, entre el 23-27 por ciento, dato que correspondería a una hipótesis pesimista, y el 14-17 por ciento, reflejando datos más optimistas para los países mediterráneos.

EFECTOS EN LA AGRICULTURA El rendimiento de los cultivos agrícolas podría descender entre un 6 por ciento y un 10 por ciento y también podrían sufrir graves regresiones especies forestales resistentes a climas semiáridos, como es el caso de las encinas, el pino carrasco y el alcornoque.