Un brote masivo de sarampión en República Democrática del Congo ha dejado ya más de 6.000 muertos en apenas un año, de los que tres de cada cuatro fallecidos son niños. Surgido a mediados del 2018, no se declaró la epidema hasta junio del 2019. Además de los fallecidos por la enfermedad, otras 310.000 personas la han contraído, lo que supone el mayor brote de sarampión de la última década en el país africano y el mayor del mundo activo actualmente, según Médicos sin Fronteras.

Todas las 26 provincias del Congo se han visto afectadas por el brote. La citada oenegé informa que solo en el 2019 trató a 50.000 pacientes y vacunó a 816.000 niños.

El país africano vive además otra epidemia desde hace seis meses: ébola. Este mismo miércoles la Organización Mundial de la Salud (OMS) decidió mantener la emergencia internacional por esta enfermedad. "El riesgo de expansión es alto a nivel nacional y regional, pero bajo globalmente", subrayó el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, tras la reunión del Comité de Emergencia que trimestralmente debe estudiar si se mantiene o no el nivel de emergencia internacional.

"Con que haya un solo caso de ébola en un área tan insegura e inestable como es el este de la República Democrática del Congo, sigue habiendo potencial para una epidemia mucho mayor", añadió el máximo responsable del organismo. El actual brote, que comenzó en agosto del 2018, ha afectado a más de 3.400 personas, de las que 2.253 han fallecido.