En el paquete impositivo completo que acompaña al coche, el seguro se va a librar del incremento del IVA. La ley que regula este impuesto, de 1992, excluye las operaciones de seguro, reaseguro y capitalización, incluidas las modalidades de previsión. La razón es que las aseguradoras no tributan por este impuesto sino por otros, como el de primas de seguros y al Consorcio de Compensación de Seguros.

Sin embargo, los talleres de reparación sí han tenido que incrementar sus facturas hasta el 21%. Entre otras cosas, porque las compañías aseguradoras sí que pagan este impuesto de los servicios que prestan. Por tanto, aunque las aseguradoras no puedan repercutir directamente la subida del IVA, está por ver si aumentarán el precio de las nuevas pólizas o de las que se renuevan.