Once de los quince heridos en el autobús que se empotró el lunes contra el pilar de un viaducto en Avilés, por un desvanecimiento del chófer, en el que murieron cinco personas, fueron dados de alta ayer. Dos mujeres siguen hospitalizadas en estado «extremadamente grave», y una tercera y el conductor, en estado grave, están más estables. Ayer las banderas ondeaban a media asta en Asturias y Avilés, ciudad en la que las víctimas fueron recordadas con cinco minutos de silencio, uno por cada fallecido, en una concentración que congregó frente al ayuntamiento a unas 2.000 personas. Entre los fallecidos se encuentran dos jubilados: Arcadio S.G. de 75 años y residente en Piedras Blancas (Castrillón), y Senén A.G., de 77 años y vecino de Gijón, al igual que Ana T.S, de 52 años, que se dirigía a comer a su domicilio en su primer día laborable tras las vacaciones. También trabajaba en Avilés y residía en Gijón otro de los fallecidos, José Emilio M.D., de 58 años. La quinta víctima mortal, María Begoña M.H., de 55 años, vivía en Soto del Barco e iba a Gijón para visitar a unos familiares.