Dos mujeres marroquís han muerto este lunes a consecuencia de una avalancha registrada en el lado marroquí de la frontera con Ceuta, el enésimo incidente de este tipo registrado entre las mujeres que viven del pequeño contrabando entre la ciudad española y Marruecos.

Las autoridades locales de Tetuán informaron de que las dos mujeres fallecieron "como consecuencia de una avalancha" humana en el paso fronterizo que Marruecos llama Bab Sebta (la puerta de Ceuta) y que da acceso al polígono del Tarajal, según recoge la agencia MAP.

El director del Observatorio del Norte de Derechos Humanos, Mohamed Benaísa, explicó, por su parte, a Efe que las porteadoras son dos mujeres que responden a los nombres de Suad Zniter e Ilham Bencherif, residentes en Castillejos (ciudad pegada a la frontera con Ceuta) y que tenían alrededor de 40 años.

Un periodista local destacado hoy en la zona e identificado como Ahmed Buyuzán señaló a Efe que Ilham deja tres hijos huérfanos y que ambas eran originarias de otras regiones del interior del país.

Según Benaísa, las dos mujeres resultaron heridas al ser pisoteadas por una multitud de compañeras que se agolpaban frente al paso fronterizo en torno a las 6.00 horas (locales y GMT) y fueron trasladadas de inmediato al Hospital Hasán II de Castillejos (Fnideq, en árabe).

Fuentes del hospital precisaron que ingresaron ya cadáveres, por lo que decretaron su traslado al Hospital de Tetuán, mejor equipado, presumiblemente para practicarles una autopsia, y desmintieron por otro lado que haya habido más heridas.

Benaísa precisó que el tumulto se originó cuando la multitud se agolpaba a la espera de recoger los tíquets que cada mañana reparte la policía española a los porteadores que entran en la ciudad en número limitado para ejercer las labores de "matuteo" o pequeño contrabando que cargan a sus espaldas en fardos de más de 50 kilos de peso.

El pasado septiembre, y tras la muerte de otras dos porteadoras, pisoteadas por una multitud de compañeras suyas que se apiñaban en la frontera, el ministro portavoz del Gobierno marroquí, Mustafa Jalfi, anunció que habría medidas "drásticas y tangibles" en la frontera para evitar que se repitieran esos hechos, pero nunca se dieron a conocer.

También la Fiscalía General ordenó en marzo una investigación sobre otro suceso similar en el mismo punto fronterizo (que causó la muerte de otra porteadora), pero sus resultados tampoco se hicieron públicos.

Por parte española, el pasado mayo se redujo a 4.000 el número de personas que podían pasar a diario para realizar labores de porteo, y se rebajó el tiempo de paso a dos horas en cada sentido, pero eso ha traído como consecuencia que las colas de porteadores se formen ahora durante toda la noche y no ha terminado con las avalanchas.

El contrabando de mercancías de Ceuta a Marruecos es la fuente principal de ingresos para miles de familias de la región al norte de Tetuán, carente de infraestructuras industriales para absorber la mano de obra local, que por otra parte no se desarrollan al estar la región inundada de mercancías que llegan a Marruecos sin pasar por ningún control ni pagar derechos aduaneros.

La situación política de Ceuta, cuya soberanía no reconoce Marruecos, impide por otra parte que los responsables marroquís y españoles se hayan sentado a organizar conjuntamente y de forma clara el tránsito de mercancías y el acceso de personas en este delicado punto fronterizo.