La asamblea de taxistas arrancó en la plaza Catalunya de Barcelona una hora y media más tarde de lo previsto, marcada por la tensión y la división entre el colectivo, que ha sido patente con la dimisión de los miembros de Élite Barcelona y de su líder, Alberto Álvarez, del comité de huelga. Tras una discusión acalorada, los taxistas congregados decidieron votar en urnas si mantienen o levantan la huelga que empezó hace seis días, en función de si avalan o no el nuevo redactado que les presentó la Generalitat para limitar la prestación de servicios de vehículos de alquiler con conductor, los llamados VTC que usan plataformas como Uber o Cabify.

El plan inicial era que la asamblea empezara a las 11:00 horas y que, tras unos breves parlamentos, se habilitaran urnas para que los taxistas escogieran entre tres opciones, entre las cuales había una vía intermedia consistente en abandonar el parón y «dar una tregua» al Gobierno catalán hasta el congreso mundial de móviles, el MWC, para ver si cumplía sus compromisos. Sin embargo, a la hora en que estaba previsto que empezara la exposición del comité de huelga este no apareció y, en su lugar, tomaron la palabra varios taxistas que defendían un «no» sin ambages a las medidas que plantea la Generalitat, acompañado de un endurecimiento de las protestas en la calle. Sus argumentos: las medidas que se les proponen son «insuficientes». Pasadas las 23:20 horas de ayer finalizó la votación de unos 5.000 taxistas. El resultado se conoció entrada la madrugada del jueves.