Le diagnosticaron una intoxicación por cannabis cuando en realidad había sufrido un ictus. Ese error le cambió la vida a Y. S. A. que el 4 de septiembre del 2011 se levantó para dar de beber a su hijo y de forma repentina sufrió una pérdida de fuerza en su pierna izquierda, cayéndose al suelo. Hablaba mal y tenía la boca ligeramente torcida. El personal del Servicio de Emergèncias Médiques (SEM) que fue a su casa no la valoró correctamente y tampoco activó el denominado Código Ictus (conlleva medidas para atender estas dolencias). La paciente fue trasladada al hospital de Calella que no reúne las condiciones necesarias para atender infartos cerebrales. La mujer ha sido indemnizada con más de un millón de euros.

Esa negligencia ha provocado que esta mujer padezca graves secuelas, hasta tal punto que necesita de terceras personas para poder realizar las actividades de la vida diaria. Primero un juzgado de primera instancia y después la Audiencia de Barcelona condenaron a la compañía Zurich por el retraso en el diagnóstico. Este último tribunal impuso a la firma aseguradora el pago de 837.000 euros a la paciente, a su esposo y a sus dos hijos, así como al desembolso de los intereses de demorar y la costa del proceso. En total: 1,2 millones de euros. A pesar de las dos sentencias en contra, Zurich presentó recurrió ante el Tribunal Supremo, pero ha desistido tras llegar a un acuerdo con los abogados de la mujer, Luisa Blanco y José Aznar Cortijo. La afectada ha sido indemnizará con 1.074.000 euros.

Cefalea y vómitos

Y. S. A., que tenía 33 años, ingresó en el hospital de Calella a las 5.23 horas del 4 de septiembre del 2011. La sentencia de la Audiencia de Barcelona sostiene que fue trasladada por el SEM al centro sanitario con irritabilidad, cefalea y vómitos. Tras una exploración física, una doctora le diagnosticó erróneamente que había padecido una intoxicación por cannabis, aunque no coincidían los síntomas de la paciente (euforia, risa fácil, entre otros) con esa situación. La mujer no fue monitorizada hasta las 9.30 horas. A final, como no mejoraba, su estado era comatoso, tenía convulsiones y se había concretado que era un ictus, se decidió a las 10.30 horas su traslado al Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona que no se materializó hasta bien entrada la tarde, 14 horas y media después de que la ambulancia la recogiera en su domicilio.

En el Germans Trias, según la resolución, se le hizo una exploración neurológica completa que no se hizo en el hospital de Calella, donde no fue ni reconocida por un neurólogo. Estuvo 114 días hospitalizada. La sentencia señala que se privó a la paciente de la oportunidad de ser atendida en un centro de referencia desde el mismo instante en que se constata que se carece de medios para poder proceder a diagnosticarla correctamente. "Hubo un error de dianótico de intoxicación por cannabis, error derivado de la errónea interpretación de los síntomas que presentaba la paciente", relatan los jueces. Este hecho provocó que no se pusiera los medios para "identificar la patología" y tratarla, insisten.

Con esta sentencia se confirma de nuevo, tal y como han hecho otras resoluciones judiciales, que el protocolo de Código Ictus, diseñado por la Generalitat, no funciona, es ineficaz y no se dispone de personal ni servicios suficientes para atender esta grave patología que requiere un diagnóstico y un tratamiento inmediato, asegura los abogado Blanco y Aznar.