El talón de Aquiles del cáncer de ovario es el diagnóstico tardío y va de la mano de una alta mortalidad, porque este tumor no cuenta con pruebas de detección eficaces, como sí las tiene el cáncer de mama o de colon, a pesar de que se ha intentado determinar si con ecografías se conseguía detectar de forma precoz. Ayer fue el Día Mundial del Cáncer de Ovario, una patología de la que son diagnosticadas cada día 10 mujeres en España o lo que es lo mismo: cada año son 3.500 las afectadas, de las que más de la mitad fallecen. Es el quinto tumor con mayor mortalidad femenina, con más de 2.000 fallecidas en 2017, según las últimas estadísticas disponibles, y lo es porque entre el 70 y el 80% de los casos se detecta en fases avanzadas, cuando el pronóstico es más desfavorable, según señala el oncólogo Andrés Redondo, responsable de la Unidad de Tumores Ginecológicos del Hospital La Paz de Madrid.