El teléfono móvil es ahora mismo el principal enemigo de la conducción segura. Más que el alcohol o las drogas. Por esta razón a la Dirección General de Tráfico (DGT) le ha parecido que «apunta en la buena dirección» la propuesta lanzada por la consultora sobre movilidad Fundación Pons de Seguridad Vial de que los conductores afronten con su patrimonio los daños que hayan ocasionado en un accidente por el uso del teléfono móvil.

«Puede tener recorrido. Lo vamos a estudiar», ha indicado la propia DGT en un mensaje en su cuenta de de la red social Twitter. El informe de la consultora estima que se podrían reducir entre un 30 y un 40% los accidentes en carretera provocados por el uso del móvil. Según esta empresa, se reducirían entre 150 y 200 las muertes derivadas de este tipo de distracción, teniendo en cuenta que en el 2017 perdieron la vida por el uso indebido del móvil 500 personas.

La implantación de la medida no presenta ninguna dificultad. Se trataría de incluir en la Ley sobre Responsabilidad Civil y Seguro en Vehículos a Motor la utilización manual del teléfono móvil como una de las causas del denominado derecho de repetición de las aseguradoras contra el conductor.

El seguro pagaría la indemnización a un tercero por los daños ocasionados, pero podría después reclamar el importe al asegurado.

«La conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas o de drogas tóxicas estupefacientes o sustancias psicotrópicas» ya figura actualmente en el artículo 10 de la mencionada ley como una de las causas por las que la aseguradora puede reclamar los daños al conductor.

UN AÑADIDO / Se trataría tan solo de añadir otro apartado sobre el móvil en este mismo artículo. El principal efecto de la medida sería infundir al conductor «un miedo a no ser cubierto por las aseguradora» que le disuadiría de echar mano del móvil, Ramón Ledesma, asesor de la Fundación Pons y autor del informe.

Sus datos son concluyentes: ocho de cada diez conductores dejarían de usar manualmente el teléfono y al mismo tiempo «se reducirían notablemente los minutos de riesgo generados por los conductores».

Una de las consecuencias de la medida sería que las pólizas de seguro para este tipo de accidentes se podrían reducir en la práctica hasta en un 10%, debido a la disminución de la tasa de siniestralidad que supondría aplicar esta medida, añade.

Según datos de Unespa, la patronal de las compañías aseguradoras, el número de vehículos asegurados en España beneficiados por la medida sería de 31.073.466 unidades a cierre de junio de 2018.