La Policía Nacional ha detenido a los tres tripulantes del velero que fue interceptado en alta mar, cerca de las islas Azores (Portugal), cargado con 1.500 kilos de cocaína y que llegó ayer al puerto de Cádiz en el marco de la Operación Canelas, en la que ha colaborado la Armada española.

Según explicó el comisario jefe de la brigada de estupefacientes de la Policía Nacional, Antonio Martínez Duarte, el barco tiene bandera holandesa y procedía de Colombia, de donde había salido por el río Orinoco. La investigación comenzó el pasado mes de marzo cuando los investigadores recibieron información de que la embarcación, de nombre Wall Street, podía estar siendo utilizado para el transporte de sustancias estupefacientes.

Los agentes establecieron entonces un dispositivo de control en torno al velero y constataron que había partido hacia la península Ibérica. Rumbo a España, y como consecuencia del dispositivo desplegado en una zona próxima a las islas Azores junto a la Policía Judiciaria de Lisboa (Portugal), el barco fue localizado el pasado 25 de junio.

Con la colaboración del patrullero de la Armada Atalaya, un equipo del Grupo Especial de Operaciones (GEO) abordó el pasado domingo la embarcación, en la que encontraron 1.500 kilos de cocaína, por lo que sus tres tripulantes -un estadounidense y dos croatas- fueron detenidos. «Ha sido un abordaje sin violencia; no se han resistido; generalmente en este tipo de operaciones no suele haber resistencia», explicó el comisario. Los agentes intervinieron también 5.000 euros, una escopeta con 10 cartuchos y varios equipos informáticos para comunicación vía satélite. «Los fardos no estaban ocultos. Estaban repartidos por todas las instalaciones del barco; a la vista», dijo el jefe de la brigada de estupefacientes.

La Policía no ha precisado si el velero pretendía desembarcar la droga en un lugar preciso, aunque sí ha detallado que la idea de este tipo de mafias es dejar la mercancía en un punto y en 24 horas las sustancias se han repartido por toda Europa. En lo que va de año son ya tres los veleros de este tipo, con cargamentos de más de mil kilos de cocaína, que han sido interceptados por la policía.