Los Mossos d’Esquadra han detenido a dos agentes de la Guardia Urbana de Barcelona por el homicidio de otro agente del mismo cuerpo que apareció asesinado dentro del maletero de su propio coche el pasado 4 de mayo en el municipio Castellet i la Gornal (Alto Penedés).

Uno de los detenidos es un hombre de 36 años y el otro es una mujer de 33 años. Ella, que era la pareja actual de la víctima, había denunciado un caso de pornovenganza dentro de la Guardia Urbana cuyo juicio, abierto contra un subinspector del mismo cuerpo, ha sido aplazado recientemente. La agente detenida había explicado a los investigadores, durante un largo interrogatorio, que no sabía nada de su pareja (el policía fallecido) desde que este se marchó de casa, tras una discusión con ella, y no dio señales de vida durante 48 horas. La relación entre ambos había comenzado hacía pocos meses. El arresto de los Mossos ha dado un giro inesperado a los acontecimientos. Los dos detenidos incurrieron presuntamente en contradicciones en sus declaraciones con respecto al rastro que habían dejado sus movimientos en sus respectivos móviles.

El cadáver del policía, localizado el viernes de la semana pasada, estaba encerrado en el maletero de un coche al que el asesino o los asesinos habían prendido fuego. El vehículo estaba en una pista forestal cerca del pantano de Foix. El cuerpo había quedado tan calcinado que resultó muy difícil averiguar de quién se trataba.