Los Mossos d’Esquadra han detenido al autor de tres de las seis muertes que se ha cobrado la guerra de bandas dominicanas que comenzó a librarse en Barcelona hace un año. La operación policial, que se llevó a cabo este pasado martes, ha hecho posible el arresto de tres hombres y una mujer -todos de nacionalidad dominicana- de 40, 22, 30 y 25 años. El mayor de ellos es el presunto responsable de los tres homicidios y los otros tres fueron detenidos por tráfico de drogas. La policía los encontró en cuatro pisos, dos de ellos ubicados en Barcelona y los otros dos en L’Hospitalet de Llobregat.

Con este golpe se dan por resueltos tres de los seis asesinatos. Concretamente, el del 28 de marzo (cuando apareció un cadáver con las manos atadas en una cuneta de la BCV-2001, en Sant Joan Despí, cerca de las instalaciones del Barça) y el del 28 de abril, cuando un pistolero irrumpió en un domicilio del barrio de Sant Cosme de El Prat y mató a los dos hombres que se hallaban en su interior. Las tres víctimas fueron ejecutadas de un tiro en la cabeza.

Con estas detenciones cristaliza una investigación que ha obligado a los Mossos a reunirse semanalmente durante meses para compartir las pesquisas que iban reuniendo en diferentes puntos de la corona metropolitana.

CASOS PENDIENTES / Siguen sin resolverse los tres crímenes anteriores que también forman parte de esta guerra entre narcos dominicanos. El primero de ellos (22 de abril del 2016) fue el de la discoteca Koko Premium de la avenida del Paral·lel, donde una riña acabó con la muerte a tiros de un dominicano de 28 años. El segundo fue el del hombre de 36 años cuyo cuerpo apareció acribillado en un coche aparcado sobre una acera de L’Hospitalet de Llobregat, el 28 de noviembre del 2016. Y finalmente, los hechos acaecidos el día de Año Nuevo de este 2017, cuando el coche donde se hallaban Pinto, líder de uno de los dos grupos rivales, y otras cuatro personas fue tiroteado en la avenida del Rio de Janeiro, en Nou Barris. Pinto murió en el acto y hubo dos heridos más.

La cronología de esta espiral de violencia se había iniciado a comienzos del 2016 con la llegada a Barcelona de un cargamento de droga procedente de Ámsterdam (Holanda), cuando uno de los grupos asaltó un domicilio para robársela al clan rival. Así estalló la guerra. En el último episodio de este duelo cruento, un pistolero irrumpió en el domicilio que comparten dos familias dominicanas y liquidó sin pestañear a los dos varones que había ido a buscar.