Los Mossos d’Esquadra detuvieron ayer en Cornellà de Llobregat a dos personas por su presunta relación con la desaparición de Janet Jumillas, de 39 años, madre soltera de dos hijos, pluriempleada, que cuidaba a sus padres y a un hermano y que nunca acudió a una cita con un sobrino el pasado 13 de marzo. Los investigadores registraron durante varias horas el domicilio de uno de los arrestados, que conocían a la desaparecida pero en principio no mantenían una relación sentimental con ella. La inspección comenzó sobre la una del mediodía y poco después una patrulla se llevó esposado a uno de los investigados.

La policía científica se quedó en la vivienda, situada en la calle de Ramon Sala i Massaguer, a escasos 10 minutos a pie del lugar donde se le perdió la pista a Janet el 13 de marzo. Hasta las 17.45 horas los agentes examinaron palmo a palmo el piso, una segunda planta con una terraza de apenas cuatro metros cuadrados. Una vez finalizado el registro, los agentes se llevaron al segundo detenido, también esposado. En ese momento, alguno de los muchos vecinos que se asomaban a los balcones rompió el silencio gritando: «¡Asesino!». El dispositivo sigue abierto y, aunque ayer por la tarde la policía solo hablaba oficialmente de desaparición, el concienzudo registro hace presagiar lo peor.

Desde el balcón del bloque contiguo se puede ver la terraza de uno de los detenidos. Desde ese mismo ático los Mossos, de paisano, ya hicieron una inspección ocular de esa terraza. «Vinieron hace un mes y estuvieron mirando. No nos dijeron el motivo, pero pensamos que podía ser por un tema de drogas», explicó Diego, de 83 años, quien ayer abrió nuevamente las puertas de su terraza para que los fotógrafos pudieran captar con sus cámaras un momento del registro policial.

Unos grandes maceteros, una pequeña barbacoa y un lema tipo Mr. Wonderful en una de las paredes: Juntos es mi sitio favorito. En la terraza se organizaban fiestas. Los detenidos son chicos jóvenes. «Tenían la luz encendida hasta tarde y olía mucho a maría», explicó una vecina de la calle, que prefirió no dar su nombre. «No debían de llevar mucho tiempo viviendo allí porque hace unos meses residía una pareja con su perro», añadió otra.

El pasado 13 de marzo, Janet, que vivía en Viladecans, se desplazó hasta Cornellà para realizar un trámite en una oficina de Hacienda. Le dijo a su sobrino Fernando que en una media hora estaría de regreso. No se presentó. Tampoco llevó al médico a su hija pequeña, que ese día se encontraba enferma y no había podido ir a la escuela. El coche de la desaparecida apareció días más tarde aparcado cerca de la oficina de Hacienda, sin rastros de violencia. El caso está siendo investigado por la Unidad Central de Personas Desaparecidas de los Mossos, cuyos agentes se activan solo cuando hay sospechas que apuntan a una desaparición de origen criminal. Los policías consideran que no existe un motivo para creer que esta madre soltera hubiese abandonado voluntariamente a sus dos hijos.