Localizaban las piezas en el extranjero, las compraban de forma ilícita utilizando identidades falsas y, tras recibirlas mediante cualquier servicio de paquetería postal, se dedicaban a "canibalizar" las armas de las que disponían para convertirlas en armas de fuego reales como si fuera un juego de construcciones, montando y desmontando las piezas. La Policía Nacional ha logrado desarticular esta red con base en Sevilla que se habría hecho mediante este sistema con un auténtico arsenal de fusiles de asalto y armas de guerra sin ningún control legal. Los agentes han detenido al supuesto cabecilla, ya en prisión, y a uno de sus colaboradores, que ha quedado en libertad. Otras cuatro personas han sido interrogadas en calidad de intermediarios de la venta de las armas.

El polvorín mostrado por los agentes incluye dos subfusiles automáticos junto a varias piezas específicas destinadas a su rearme, un rifle de cerrojo del calibre 5.56 activo, un rifle de cerrojo del calibre 22 Little burguer activo, dos rifles del calibre 22, un arma corta Glock activa, 14 armazones de armas Glock -muy usada en el mercado ilegal porque con una pequeña modificación se convierte en automática-, diferente munición de guerra del calibre 5.56 y más de 2.000 cartuchos del calibre 9 milímetros, además de varias piezas como agujas percutoras, cañones Glock, silenciadores y herramientas para ensamblar armas de fuego. A los agentes les ha llamado mucho la atención la posesión de dos subfusiles uzi israelíes, capaces de disparar casi mil balas al minuto y que por esta característica es conocido como 'escupefuegos'.

La operación Alpes, que se enmarca en el plan de acción operativo 2018 de la Unión Europea para combatir el tráfico ilícito de armas, denominado European Multidisciplinary Platform Against Criminal Threats (Empact Firearms), ha sido dirigida por un juzgado de Dos Hermanas (Sevilla). Las alarmas saltaron cuando agentes europeos detectaron a un varón, identificado como A.F.V., que se había especializado en la adquisición ilícita de piezas de armas de fuego en territorio europeo y que posteriormente rearmaba para obtener armas aptas para el disparo.

ARMAS SOMETIDAS A CONTROLES

Fuentes policiales confirman que una vez localizadas las piezas en el mercado negro a través de foros de armas este individuo, considerado el cabecilla de la red y al que describen como una persona "obsesionada" por las armas, empleaba los servicios de paquetería postal para introducir de manera subrepticia en el territorio nacional dichos elementos, fundamentales para convertir en reales unas armas que según la legislación española deben estar registradas y controladas de forma estricta y no se pueden adquirir sin la preceptiva licencia. Una vez en su poder, el hombre creaba nuevas armas mediante un sistema denominado "canibalización".

Al supuesto cabecilla de la red, federado en tiro olímpico y para quien se ha decretado prisión provisional sin fianza, se le imputan los presuntos delitos de tenencia ilícita de armas, tráfico ilícito de armas, depósito de armas de guerra y depósito de municiones. Según fuentes policiales, contaba con una red de colaboradores en el extranjero que adquirían para él las piezas sueltas en diferentes países de la Unión Europea. Conocedor de su actividad ilícita, y para no ser descubierto, utilizaba un sofisticado medio de comunicación con sus cómplices internacionales, evitando comunicaciones telefónicas directas y utilizando identidades interpuestas en la red para llevar a cabo las transacciones.

Cuatro de estas personas han sido interrogadas al actuar como receptores interpuestos de la mercancía, y hay un segundo detenido, la madre del supuesto cabecilla, al que se le imputa su colaboración necesaria, dado que actuaba como principal destinatario de los envíos de la mercancía. La operación continúa abierta ya que los agentes tratan de determinar el entramado de proveedores de las piezas y el destino de las armas recompuestas, que sospechan podrían acabar en manos de bandas de crimen organizado.