La policía y la Agencia Tributaria desmantelaron en Valencia dos fábricas clandestinas de pilas falsas en una operación conjunta, con cinco detenidos y tres registros en esta provincia y en Badajoz y Valladolid, en la que se localizaron 1,3 millones de baterías que imitaban marcas de renombre. Estas baterías simulaban ser de primera calidad pero podrían suponer un grave riesgo a la salud e integridad física de los usuarios. Se localizaron además unas 80.000 pilas ya puestas a la venta en diversos establecimientos comerciales.

Las pilas intervenidas eran fabricadas sin ningún tipo de control de calidad y podrían inutilizar los aparatos eléctricos donde estuvieran instaladas, provocar incendios e incluso explotar. La investigación se centró en torno a un polígono industrial valenciano en el que se pudieron localizar más de 25.000 pilas dispuestas para su venta.