Un nuevo estudio realizado con más de 650.000 niños daneses no ha encontrado vínculos entre la vacuna triple vírica -que inmuniza contra sarampión, parotiditis y rubeola- y el autismo, un trastorno del neurodesarrollo cuyo origen sigue siendo objeto de investigación. La investigación concluye que dicha vacuna, señalada por algunos como potencial causa del autismo, no mantiene ninguna relación incluso entre los menores con factores de riesgo asociados a la enfermedad, según publica hoy 'Annals of Internal Medicine', informa Efe.

En 1988, el médico británico Andrew Wakefield estableció un hipotético vínculo entre la triple vírica (conocida como MMR por sus siglas en inglés) y el autismo en un polémico artículo que, a día de hoy, todavía genera preocupación y es utilizado como argumento por el movimiento antivacunas.

Ese hipotético nexo ha sido desmontado en varias investigaciones posteriores y también en este nuevo estudio hecho en Dinamarca, que concluye que la vacuna triple vírica no aumenta el riesgo de autismo ni lo desencadena en niños susceptibles de padecer la enfermedad por distintos factores.

Estudio a gran escala

Los investigadores del Statens Serum Institut incluyeron en su análisis a 657.461 niños nacidos en Dinamarca de madres danesas entre el 1 de enero de 1999 y el 31 de diciembre de 2010, a los que hicieron seguimiento desde el primer año de vida y hasta el 31 de agosto de 2013. Del total de niños observados, 6.517 fueron diagnosticados con autismo.

Al comparar a los niños vacunados con la triple vírica con los no vacunados no se encontraron diferencias sustanciales en los índices de riesgo de autismo. De la misma forma, no se halló ningún aumento en las probabilidades de sufrir autismo después de la vacunación entre los subgrupos de niños con factores de riesgo asociados a la enfermedad.

Freno al movimiento antivacunas

Frenar el auge global del movimiento antivacunas figura entre los retos que la Organización Mundial de la Salud (OMS) se ha fijado para este año como parte de su plan estratégico 2019-2023.

El aumento del 30 % durante 2018 de los casos de sarampión en el mundo es una de las señales de alerta sobre los negativos efectos de este movimiento, de acuerdo con la OMS.