La Guardia Civil, a través del Servicio de Protección de la Naturaleza, Seprona, y en el marco de la operación 'Cervogues' ha detenido a siete personas e investiga a otras 16 más presuntos pertenecientes a tres grupos organizados que actuaban de modo independiente desde diversos puntos de la provincia de Jaén, dedicados a la compra y suministro de desmogues de ciervo y gamo de forma fraudulenta.

Se ha detectado, además, 87 víctimas cuyos datos se habrían usado sin su conocimiento en estas transacciones y se cree que el número podría aumentar "hasta las 150", según ha apuntado este lunes en rueda de prensa el coronel jefe de la Comandancia jiennense, Luis Ortega, y la subdelegada del Gobierno, Catalina Madueño. Por otro lado, había casos de ventas reales en los que "se inflaba los datos" para multiplicar la cantidad sin que los afectados fueran, igualmente, conscientes.

PERJUDICADOS EN 22 PROVINCIAS

La Guardia Civil ha constatado que hay 87 personas perjudicadas en las provincias de Albacete, Asturias, Cantabria, Cádiz, Almería, Ávila, Badajoz, Burgos, Cáceres, Castellón, Ciudad Real, Córdoba, Huelva, Huesca, Lleida, Logroño, Madrid, Menorca, Oviedo, Sevilla, Soria y Toledo.

Sus datos eran utilizados sin su consentimiento. Además, los perjudicados no podían obtener prestaciones, ya que les figuraba facturación o transacciones económicas de las que no tenían conocimiento.

FACTURAS POR 42,5 TONELADAS DE ASTA DE CIERVO Y GAMO

Del "estudio exhaustivo" efectuado sobre los primeros seis meses de 2018, se ha comprobado la existencia de facturas por 42,5 toneladas de asta de ciervo y gamo y 1,2 millones de euros, de los que "han sido fraudulentas 33,3 toneladas y también hay un fraude en unos 900.000 euros", ha detallado Ortega.

El análisis, en colaboración con la Agencia Tributaria, se va "a extender a los últimos cinco años". Se estima que en este periodo, la venta a través de mayoristas asciende a 425.088 kilos de astas por importe de 11.912.382 euros y que la facturación realizada simulando la compra de 333.724 kilos de astas de ciervo y gamo ha sido por un importe de 8.932.872 euros.

El destino de las astas era el mercado asiático, concretamente Hong-Kong, donde se transforman en productos con fines medicinales y terapéuticos, así como de EEUU y Canadá, donde eran transformados en productos para perros, como piensos o juguetes.

La subdelegada ha explicado que la operación 'Cervogues' se inició en abril de 2018 en el marco de los servicios prestados para la vigilancia y control de la compra, venta, transporte, almacenamiento y destino de aprovechamientos cinegéticos, concretamente desmogues de ciervos y gamos.

Por tal motivo, la Guardia Civil procedió a la inspección de los principales compradores de este tipo de aprovechamientos cinegéticos, pudiendo comprobar que los principales puntos de compra y suministro de desmogues de ciervo y gamo a grandes exportadores se encontraban en las localidades jiennenses de La Carolina, Navas de San Juan, Baños de la Encina y Andújar.

Fruto de estas inspecciones, los agentes pudieron observar diversas irregularidades al realizar un estudio pormenorizado de las facturas, comprobando la existencia de personas que figuraban como proveedores, las cuales residían en distintas provincias del territorio nacional.

Los agentes localizaron tres organizaciones delictivas, perfectamente estructuradas, pero diferenciadas e independientes entre sí. A pesar de tener sus sedes en la provincia de Jaén, concretamente en La Carolina, Baños de la Encina y Navas de San Juan, actuaban de forma "estanca" y en todo el ámbito nacional, pero colaborando entre ellos de forma puntual.

CABECILLA Y TESTAFERROS

El cabecilla del grupo de La Carolina proporcionaba un lugar físico para las operaciones, dando de alta en la Seguridad Social a testaferros a los que obligaba abrir cuentas bancarias destinadas a blanquear dinero. Asimismo, el cabecilla ordenaba desde la sombra la ejecución de las distintas operaciones, creando operaciones ficticias para simular el origen de la mercancía y del dinero y darle así una apariencia de legalidad a las operaciones.

Además, los testaferros se dedicaban a la captación de otras personas para la firma de facturas, todo ello, a cambio de compensaciones económicas, realizando transferencias bancarias y falseando los datos ante la Agencia Tributaria. En ocasiones, usurpaban el estado civil de personas que no tenían ningún tipo de relación con el grupo, creándoles con ello, obligaciones tributarias de las que no tenían conocimiento.

En este grupo, los detenidos son tres vecinos de la Carolina, de 23, 28 y 34 años. Igualmente, se ha investigado a dos vecinos de Linares ambos de 26 años de edad, uno de Guarromán, de 20 años y siete de La Carolina, de 34, 36, 40, 43 y tres de 28 años.

En el grupo de Baños de la Encina, el cabecilla dio de alta en la Seguridad Social a un testaferro, al que anunció además en una página de anuncios de Internet. El jefe se ofrecía a realizar compras y a efectuar transacciones y facturaciones a nombre del testaferro, quedando de esta forma encubierto y para poder falsear los datos ante la Agencia Tributaria. El testaferro se encargaba de captar a otras personas a los que a cambio de una comisión económica, se prestaban para la falsificación de los datos.

Pertenecientes a Baños de la Encina han sido detenidos dos vecinos, de 23 y 41 años, y se ha investigado a otros tres vecinos de la misma localidad de 48, 35 y 27 años.

En Navas de San Juan, el grupo estaba dirigido por dos hermanos que actuaban con dos empresas distintas para hacer más difícil su localización. Han sido detenidos dos vecinos de Navas de San Juan, de 32 y 35 años, y se ha investigado también a tres vecinos de Andújar, de 25, 34 y 45 años.