La defensa del dueño de la finca donde está el pozo en el que cayó Julen ha presentado en el Juzgado de Instrucción número 9 de Málaga, que lleva el caso, un informe cuyas conclusiones «permiten presumir» que la muerte del pequeño «se pudo producir durante las labores de rescate» y en el que se apunta que podría ser el uso de una piqueta en las primeras horas de dichas tareas lo que explique las heridas que presentaba el menor.

Dicho informe técnico, encargado por la defensa de David Serrano -que está investigado en esta causa- a un arquitecto que colabora en este caso con el despacho de abogados, señala como una de las conclusiones que «las actuaciones con la piqueta, diez impactos en total, entre las 17.30 y las 21.00 horas del día del incidente es lo único que físicamente pudo producir las heridas en la cabeza y cráneo del menor». Recuerda que los forenses dictaminan que el fallecimiento se produjo «como consecuencia de un traumatismo cráneo-encefálico severo que afectó a la zona temporal y fronto-temporal» el mismo día de la caída, apuntando el informe que «esa zona lateral de su cabeza difícilmente pudo recibir un impacto de esa magnitud durante la caída».

El informe considera constatado que «los últimos cuatro impactos con la piqueta penetraron al menos 35 centímetros» del tapón que había sobre el pequeño Julen.