Cinco de la tarde, delante de la tienda Apple de la plaza de Cataluña. Dos personas que han contactado a través de una aplicación de ligues están a punto de conocerse, nunca antes se han visto en persona. Tampoco saben si se gustarán, si conseguirán conectar y mucho menos las intenciones con las que va la otra persona. Esta situación se está normalizando entre los jóvenes (y no tan jóvenes). Cada vez es más común tener estas app instaladas en el smartphone.

La aplicación por excelencia entre los más jóvenes es Tinder y la conocen desde hace unos dos años. «La gente hablaba de esta aplicación. Tuve curiosidad y me la instalé para darme la oportunidad de conocer gente nueva», cuenta Elena, una joven de 20 años. «Más que nada lo uso por entretenimiento puro y duro», explica Marta, de 21 años que aún está ilusionada: «Siempre tienes la esperanza de encontrar a alguien, pese a que lo más seguro sea que no».

Marc, un homosexual de 19 años cuenta que él se la instaló con la idea de encontrar el amor. «Los heteros lo tienen más fácil para conocer a gente, en el mundo gay o te vas a una discoteca de ambiente, o tienes amigos que te presentan a amigos, o te descargas aplicaciones de estas. Es una buena forma de conocer gente nueva», dice. Durante los dos años que lleva usándola, ha hablado con muchos chicos y ha llegado a quedar con unos 10. «Me gusta quedar rápido. Si no ves al otro en persona nunca sabes si realmente te puede llegar a gustar. Y eso es perder el tiempo», puntualiza, y entre risas confiesa que no ha llegado a nada serio con nadie. Pero no se rinde.

A la hora de llegar a tener un encuentro, los jóvenes coinciden en que hay que tener cuidado y quedar en sitios públicos. «Las noticias de tragedias por este tipo de cosas aparecen mil veces en los diarios», dice Cristina, una chica de 22 años. Elena coincide con ella: «Da cierto miedo, has hablado por un chat pero nunca lo has visto». Para saber más de una persona y llegar a confiar, Marc dice que él suele pedir el Instagram y el wasap.

Pese a que cada vez es más normal el uso de estas app, la gran mayoría de jóvenes concluye que realmente no se busca el amor, sino más bien pasar el rato y sexo esporádico de una manera fácil y rápida.