La cumbre del clima de Bonn (COP23), que debía haber concluido ayer, se encontraba anoche en una situación de «parálisis», con los plenarios suspendidos, ante el intento de varios países en desarrollo de dar marcha atrás en algunos puntos del Acuerdo de París. Así lo explicó el comisario europeo de Acción por el Clima, Miguel Arias Cañete, quien detalló que «naciones que no han puesto objeciones en todo el proceso previo a esta cumbre del clima y durante la misma las están poniendo en este momento con la esperanza de conseguir resultados para sus países».

Tanto el comisario como otras fuente de la negociación aseguraron que los estados que ponen estas objeciones son los llamados «países en desarrollo con la misma visión», como China, la India, Arabia Saudí e Irán. Estos países quieren «desvirtuar», según Arias Cañete, un artículo del Acuerdo de París, denominado diálogo facilitativo o de Talanoa, en el que los países asumen la obligación de revisar la ambición de sus compromisos climáticos nacionales en 2018 con la mejor ciencia disponible en el momento, para lo que se ha encargado un informe especial al Panel Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático(IPCC).

El objetivo de ese diálogo es comprobar si lo que los países han comprometido en el Acuerdo de París está en consonancia con el objetivo de mantener el planeta por debajo de 1,5 grados de aumento de temperatura.

«Algunos de esos países no quieren que haya referencia al objetivo del grado y medio en el diálogo, ni considerar el informe científico que elabora el IPCC sobre los impactos de un aumento de temperatura de esa magnitud, y tampoco quieren que los agentes económicos y sociales participen en este diálogo», añadió Arias Cañete.