El jurado popular declaró ayer por unanimidad culpable a la auxiliar de clínica del hospital de Alcalá de Henares (Madrid) del asesinato en 2017 de una de las dos ancianas de las que se le acusaba, a la que inyectó gas en las venas a través de jeringuillas o de una máquina de oxígeno. Este jurado, formado por dos mujeres y nueve hombres, dictaminó también de forma unánime la no culpabilidad de Beatriz L.D. del asesinato en 2015 de la otra anciana, porque considera que los indicios de la muerte, aunque apuntan a la auxiliar, no tienen la fuerza suficiente para incriminarla.

Beatriz L.D., que en el juicio sostuvo su inocencia y dijo que «nunca sería capaz de matar a nadie» y que le «gusta dar vida, no quitarla», se enfrenta a una petición del fiscal de 20 años de cárcel y de prisión permanente revisable por parte de la acusación popular, ejercida por la asociación El Defensor del Paciente. Ahora es el turno del juez que preside el tribunal de fijar una sentencia condenatoria para la procesada.

El jurado se ha basado en las declaraciones de los testigos y peritos y en las cámaras de seguridad que la Policía instaló en el pasillo donde trabajaba la acusada tras detectar «hechos sospechosos» para dictar su culpabilidad.