El juicio contra los cinco acusados, miembros de la autodenominada ‘Manada’, ha estado envuelto de polémica desde el primer día. Aquí van algunas de las claves que explican su interés mediático.

Las restricciones

Las dos últimas sesiones son a puerta abierta. El público y los medios de comunicación pueden a partir de este lunes escuchar en directo los informes de la fiscalía, la acusación particular y la defensa. Eso sí, continúan las restricciones. A la sala de vista, por ejemplo, no se puede acceder con teléfono móviles para evitar grabaciones o fotografías . Los bolígrafos si son corrientes y transparentes, mejor. El tribunal ha prohibido difundir la imagen de los acusados para proteger su intimidad, equiparando esta situación con la de la víctima. La Policía Foral ha pasado un detector de metales a los periodistas y solo se ha podido abandonar el juicio en los recesos.

La polémica ha rodeado desde el primer momento este juicio, que se inició hace dos semanas. Primero por su celebración a puerta cerrada y la prohibición de difundir la identidad y las fotos no solo de la denunciante, como es habitual, sino también de los procesados. Este acuerdo del tribunal no ha impedido que las caras de los cinco sevillanos inundaran redes sociales. Los medios de comunicación, además, han tenido que informar con la escasa información que les ofrecían las acusaciones particulares y algunas defensas. Pero a partir de este lunes se puede saber, a través de los informes, en qué se basa cada una de sus versiones.

Los vídeos

La joven madrileña que presentó la denuncia siempre ha asegurado que la obligaron a entrar en un edificio y que allí la violaron cuatro personas, que al final fueron cinco. Los acusados, sin embargo, han declarado que la relación sexual fue consentida, aunque admitieron que solo lo intuyeron por los supuestos "gemidos" y por los movimientos de la joven. A pesar de esta versión, la Policía Foral que analizó los vídeos (en total 96 segundos) grabados por los mismos procesados alegaron que no eran gemidos, sino chillidos de dolor. La denunciante no solo tuvo que hacer felaciones a algunos acusados, sino que estos también fue penetrada varias veces. Los mismos agentes dijeron que la muchacha mantuvo una actitud "pasiva y neutral".

El informe del detective

Otra polémica que ha rodeado el juicio es la admisión por parte del tribunal de un informe elaborado por unos detectives y presentado por una defensa sobre la actividad de la joven en internet después de denunciar la violación. Al parecer, accedieron a páginas restringidas. El mismo letrado que lo entregó lo retiró el pasado viernes. En el proceso, por lo tanto, solo queda la foto presentada por el abogado de tres acusados y que fue copiada de la cuenta de Instagram de la chica y en la que ve una camiseta con el lema: "Hagas lo que hagas, quítate las bragas". En la imagen no sale la joven. La defensa pretende demostrar que una víctima de violación nunca colgaría una foto de este tipo. La fiscala se ha referido este lunes en su informe también a un informe de otros detectives que siguieron a la víctima y la fotografiaron en lugares privados, como una piscina, y que, al final, también se retiró.

Robo del teléfono

El robo del teléfono móvil de la muchacha reconocido por uno de los acusados es otro de los elementos que puede conducir a una condena por agresión sexual. A pesar de que el procesado confesó que le quitó el aparato a la chica por "avaricia" y que fue un "error", las acusaciones se preguntan: "Si como dicen ellos fue sexo consentido, ¿es normal que quiten el móvil a la chica? ¿Qué sentido tiene? ¿Se lo llevaron para dejarla incomunicada y que no pudieran pedir ayuda o denunciarlos?". La fiscala ha sido clara: "La querían dejar en una situación de indefensión".