La temperatura de la protesta de los taxistas de Madrid subió ayer varios grados. En su segunda jornada de paro indefinido, los huelguistas cortaron la entrada al recinto Ferial de Ifema y los accesos al aeropuerto, donde un conductor que se lanzó sobre el capó de un VTC resultó herido grave y tuvo que ser ingresado en la uci. La medianoche del lunes se rompieron las negociaciones que por la mañana había abierto el presidente regional, Ángel Garrido, con los representantes del sector.

Tras seis horas de un maratoniano encuentro con la consejera de Transportes, Rosalía González, esta emitió un comunicado en el que culpaba a sus interlocutores de dar por acabado el diálogo al estar disconformes con que la potestad de regular el tiempo de precontratación se traspasara a los municipios. Las asociaciones le respondieron ayer que la discrepancia existe pero que ellos no han sido los que han roto los puentes. Más allá de este intento de echarse las culpas mútuamente, la realidad es que las agresiones a los VTC emprendidas por los sectores más radicales han desembocado en el primer suceso grave.

Sobre las 13.30 horas, un grupo de taxistas que iban por el carril central de la carretera de Barcelona en sentido hacia la avenida de América, trató de ocupar el carril sentido salida, con los brazos extendidos para avisar a los vehículos. Sobre el capó de unos de los coches, que llevaba el distintivo de los VTC, se abalanzó un taxista con el objetivo de impedir su marcha. Otro taxista, ataviado con un peto amarillo, un gorro y una bocina, se sumó a la maniobra con tan mala fortuna que dio una voltereta en el aire e impactó contra el suelo, donde quedó tendido. Al poco fue ingresado en la uci del hospital de La Paz en estado «muy grave».

Los taxistas allí congregados intentaron detener el coche, que se dio a la fuga. La Guardia Civil tomó declaración al autor del atropello. Fuentes de la Comandancia de la Guardia Civil en Madrid indicaron que el conductor se personó en dependencias del cuerpo y los agentes le tomaron declaración, tras lo cual quedó en libertad sin cargos, tras visionar imágenes de video.

A quien sí ha denunciado el cuerpo policial es a los conductores de los taxis que estaban obstaculizando la circulación. Lo han hecho por «conducción temeraria y por obstaculizar el normal desarrollo de la circulación», según una nota oficial. Las protestas no parece que hagan ninguna mella en el presidente regional. Tras reunirse ayer con representantes de la patronal del sector de los VTC, Unauto, Garrido dejó claro que no va a fijar periodo de precontratación ni va a legislar «para que desaparezca un sector». Después estalló contra los cortes de carreteras y los incidentes protagonizados por los taxistas. El presidente de Unauto, Eduardo Martín, confirmó que la precontratación de las VTC en los términos que piden los taxistas supondría su fin. «De facto, estaríamos hablando del fin de las operaciones de Uber y Cabify en Madrid», añadió. Hoy da comienzo Fitur, la mayor feria madrileña, a la que los taxistas han puesto en el punto de mira para amplificar el eco de su protesta.

En Barcelona, un millar de taxitas realizó una marcha a pie desde la plaza de Cataluña hasta la sede de la Consejería del Territorio, donde mantuvieron una reunión sin resultados.