El Gobierno ha modificado el decreto que restringía la prohibición de vuelos entre España e Italia a causa de la pandemia de coronavirus para poder repatriar a 900 ciudadanos españoles que se encontraban en ese país y habían manifestado su voluntad de regresar a su residencia habitual. La decisión ha dado también una salida a los casi 200 españoles que se encontraban 'atrapados' en el crucero Costa Pacífica, sorprendido por el estallido de la crisis del covid-19 cuando navegaban hacia Europa desde América del Sur.

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Los 180 españoles que seguían a bordo del Costa Pacífica, de la compañía Costa Cruceros, tenían que haber desembarcado en puertos españoles la semana pasada. Sin embargo, el capitán del barco afirmó que las autoridades españolas habían prohibido su acercamiento a causa del decreto de estado de alarma una prohibición que no consta a las autoridades españolas y siguió hasta Marsella. Ya en el puerto francés, donde estaba previsto que abandonaran la nave tanto los ciudadanos franceses como los españoles y gran parte de los 950 argentinos que también se encontraban a bordo, el gobierno francés comunicó que solo dejaba salir del barco a sus compatriotas.

El capitán resolvió unilateralmente proseguir hasta el puerto de Génova, donde llegó el sábado 21 de marzo. Allí salieron los italianos y, poco después, los 950 argentinos para quien Costa Cruceros fletó vuelos chárter hasta su país de origen. Los españoles, sin embargo, tuvieron que seguir esperando en un barco ya casi vacío.

"Hace dos días el capitán navegó hasta el puerto de Civittavechia el más grande y cercando a Roma y les comunicaron que podrían desembarcar allí. Cuando ya tenían las maletas hechas y esperaban la orden, el capitán informó de que se había cancelado el desembarco, sin más explicaciones. La falta de información ha sido constante, el principal problema, dado que por lo demás ellos han estado bien atendidos, incluso mejor que nosotros porque dentro del barco, al no haberse detectado ningún caso de coronavirus, han podido hacer vida normal sin restricciones". Santiago Justel, hijo de Celia (65 años) y Manuel (67 años), un matrimonio que viajaba en el crucero, respira aliviado ahora que sus padres regresan a casa. "Ellos van con un grupo de amigos de Vigo y han alquilado un minibús que los conducirá hasta Galicia desde Barajas".

El descenso de los españoles del barco se ha llevado a cabo esta mañana y ha respetado el cordón sanitario anunciado por Costa Cruceros. Hasta el aeropuerto han sido trasladados en autobuses y les han entregado guantes y mascarillas. Todos ellos se han llevado de regalo, o en contraprestación, un 'vale' por otro crucero del mismo valor. Está por ver si seguirán con ganas de embarcarse de nuevo.