El excónsul de España en Washington Enrique Sardá Valls, destituido por burlarse de Susana Díaz en Facebook, pidió perdón ayer por su broma admitiendo que fue «desafortunada» y «absurda», pero considera que su cese es «desproporcionado» y se ha quejado de que en España ya no hay «libertad de expresión», ni «sentido del humor».

En una entrevista en Antena 3, recogida por Europa Press, Sardá ofreció su versión de los hechos, empezando por pedir disculpas por su broma «desafortunada» y reconociendo que había «molestado a muchísima gente».

Eso sí, cree que su comentario en Facebook se ha «sacado de contexto» y asegura que su intención no era molestar, sino «seguir la broma» del grupo al que pertenece en la citada red social, con su propio lenguaje: «Se usa exactamente este lenguaje y esta manera de escribir», alega.

Además, recordó que, «como cónsul» ha atendido a los andaluces «con gran placer» y ha confesado que se siente «muy ligado a Andalucía»: «Adoro Andalucía y visito Andalucía muy a menudo».

En todo caso, el diplomático catalán no entiende «el revuelo» y lo que para él ha sido un «linchamiento», y piensa que su «fulminante» cese es una medida «desproporcionada»: «Las decisiones tomadas en caliente nunca son buenas», sostiene. «Estoy a las órdenes del ministro y si el ministro decide que me tengo que ir de aquí, acepto la decisión», ha declarado.

El texto escrito por el cónsul decía literalmente: «Verano tórrido. Hay q ber q. ozadia y mar gusto la de la susi. mira q ponerse iguá q letirzia. cm se ve ke n.sabe na de protoculo ella tan der pueblo y de izquielda. nos ha esho quedar fatá a los andaluse. dimicion ya». Añadía una foto de la visita de la Reina a Málaga acompañada de la presidenta de la Junta de Andalucía, ambas vestidas de rojo.