Toader Ciprian Enache, rumano de 35 años, confesó ayer en un juicio con jurado que se celebra en la Audiencia de Sevilla que estranguló a su mujer «para no escucharla más» durante la discusión que mantenían, a causa de sus dos hijos de 13 y 14 años, en un coche abandonado en el aeropuerto sevillano. «Fue un momento de locura», dijo el acusado a preguntas de la fiscalía, que le pide 18 años de cárcel por un delito de asesinato, cometido el 1 de junio de 2016, con la atenuante de confesión y la agravante de parentesco.

Para matarla, explicó que él estaba en el asiento trasero, cogió una cuerda que encontró en el coche, le rodeó el cuello a la mujer, que estaba sentada en el asiento del copiloto y no pudo defenderse porque no se percató del ataque, y tiró fuerte hacia atrás durante un minuto aproximadamente. Cuando la vio inconsciente, la llevó al asiento trasero y la tapó con el fieltro del techo del coche, en el que se habían refugiado para pasar la noche tras perder un vuelo que ella tenía previsto hasta Italia, donde vivía.

Después de estrangularla, hizo autoestop hasta Huelva, donde estaba el circo Roma, en el que trabajaba, pero solo pudo llegar hasta Bollullos Par del Condado (Huelva), donde estuvo deambulando hasta que confesó el crimen ante la Policía Local y luego ante la Guardia Civil.

El acusado confesó lo ocurrido porque sabía que había «hecho algo que no tenía que hacer», según dijo.