El juzgado que investigaba la responsabilidad del conductor en el accidente del autocar de Freginals (Amposta), en el que fallecieron 13 estudiantes de Erasmus el 20 de marzo del 2016, no ha hallado pruebas que permitan demostrar que este cometió un delito de imprudencia. Una conclusión, que según ha informado en un auto, le ha llevado a cerrar provisionalmente el caso.

Según consta en el escrito del juzgado de instrucción 3, "practicadas cuantas diligencias se han estimado convenientes, se llega a la conclusión de que el investigado conducía la velocidad máxima permitida por la ley (100 km/h) y lo hacía sin la influencia de bebidas alcohólicas que hubiesen mermado su capacidad para la conducción, que no hubo distracción alguna del investigado al no haber utilizado los teléfonos móviles de que disponía". Y por último "la causa del accidente ya vino determinada por el informe pericial suscrito por Mossos d'Esquadra del que se desprende que fue el cansancio del investigado es decir, se durmió. Si bien el día de los hechos se respetaron los tiempos de conducción y descanso diario que se establece normativamente".

Así pues, la juez considera que: "No puede atribuirse a la conducta del investigado una gravedad de tal entidad como la que se exige por el Código Penal como para considerar los hechos típicos, sin perjuicio de las responsabilidades civiles en que hubierse incurrido".

Los Mossos d'Esquadra determinaron que la causa directa del accidente de autocar ocurrido en la madrugada del 20 de marzo del 2016 en la autopista AP-7, a la altura del término municipal de Freginals (Montsià, Tarragona), en el que fallecieron 13 estudiantes universitarias extrajeras de Erasmus y una cuarentena más resultaron heridas, fue el "sueño" y "cansancio" que padeció el conductor del vehículo, Santiago R. J., según el atestado policial al que ha tuvo acceso EL PERIÓDICO.

La policía elaboró el informe tras analizar el autocar, la vía por la que circulaba y la velocidad del vehículo.