Un juzgado de Lleida ha condenado a un guardia civil a pagar una multa de 2.100 euros por acosar sexualmente a una compañera en 2017, a la que deberá indemnizar con 4.815 euros por dirigirse a ella con expresiones «humillantes» de naturaleza sexual. Ha sido probado que el agente, «movido por el ánimo de obtener favores de naturaleza sexual», se dirigió a su compañera con expresiones tales como «a ver cuándo hacemos un trío con mi mujer»; «soy un lobo en la cama» o «mañana te voy a violar». La víctima estuvo de baja laboral por trastorno ansioso-depresivo.