El Juzgado de lo Penal número 1 de Sevilla ha condenado al propietario de una panadería a 3 meses de prisión por un delito contra el medio ambiente, ya que su negocio sobrepasó los decibelios permitidos y afectó a la vida diaria de la familia que vivía enfrente. En la sentencia, el tribunal también castiga al panadero con 6 meses de multa de 6 euros diarios, 9 meses de inhabilitación especial para ejercer «profesión u oficio que ocasione ruidos molestos» y una indemnización de 12.000 euros que ya han sido consignados como reparación del daño.