Un juez de Las Palmas de Gran Canaria ha condenado a un hombre de 53 años, que responde a las iniciales de J.H.S., a cuatro meses de prisión y le ha retirado el permiso de conducir durante un año después de ser imputado por agentes de la Policía Local por un delito contra la seguridad vial al comprobar que conducía un autobús escolar ebrio.

Los hechos se produjeron en la tarde del pasado 16 de octubre cuando el vehículo que conducía J.H.S., con 20 pasajeros, todos menores de edad y dependientes por padecer alguna discapacidad física o psíquica, sufrió un accidente en la carretera general de Almatriche, en el que no resultó herido ninguno de los pasajeros.

Posteriormente, los agentes de la Unidad de Atestados de la Policía Local de Las Palmas de Gran Canaria se personaron en el lugar tras recibir varias llamadas el 092 de padres de algunos de los menores que viajaban en el bus y que alertaron de que el conductor estaba ebrio.

Los agentes encontraron retenido al conductor por varios padres de los menores del vehículo accidentado, incluso le habían retirado las llaves del mismo, ya que el hombre quería abandonar el lugar después de que se gestionara el trasbordo de los pasajeros a otro autobús, según ha informado la Policía Local.

SEPTUPLICABA LA TASA MÁXIMA DE ALCOHOLEMIA

Al conductor se le practicó in situ la prueba de alcoholemia y el resultado arrojado fue de 1,14 mg/l en aire espirado, es decir, siete veces mayor a la tasa máxima legal permitida a un conductor profesional (0,15 mg/l).

A causa de esto, J.H.S fue detenido por un delito contra la seguridad vial. La investigación policial se puso en manos de autoridad judicial, que fue quien el pasado viernes 19 de octubre condenó del conductor a cuatro meses de prisión y retirada del permiso de conducción durante un año, debiendo posteriormente superar un curso de concienciación sobre seguridad vial para recuperar los puntos y poder volver a conducir.